Disculpe mi indiscreción
pero me robaste todos los colores.
Te paseas desnuda sin pudor
abriendo los cajones,
desordenando mi habitación.
No quiero ser pesado
pero desahuciaste la palabra soledad
colándote en la fiesta de mi vida,
tirando el cartel de “no molestar”
restaurando esta casa en ruinas.
Permítame que insista
pero “something” me suena triste
pues cada adiós me sabe a final,
como una patera en la playa,
como abecedario sin vocal.
Perdona si soy poco ordinario
cuando blasfemo al verte llorar,
o si me enojo al verte sufrir…
mas el planeta tiene al sol
y yo solo te tengo a ti.
No es por nada
pero vives en la calle de mi todo.
Me tienes aferrado al balcón,
inmune a cualquier terremoto…
¿Tu ausencia? Mi peor temor.
Sin ánimo de ofender,
pero mis ojos comen de tu cuerpo
y aunque tenga buenos modales,
me instalaría en Soto del real
si alguien secuestra tus libertades.
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